Como se ha detallado en otros post que encontramos en la Red de Entidades Locales para la Transparencia y Participación Ciudadana como ¿Cuáles son los niveles de participación ciudadana? o Evolución de la participación ciudadana: del modelo clásico al modelo contemporáneo, la participación ciudadana es un pilar fundamental en cualquier democracia y gobierno abierto. En este contexto, se podría definir un gobierno como abierto según la relación que éste establezca con la ciudadanía. Tal y como se recoge en el documento “GOBERNANZA PARTICIPATIVA LOCAL, construyendo un nuevo marco de relación con la ciudadanía”, la Administración Obama de 2009 sentó las bases de lo que se considera Gobierno Abierto al difundir el Memorando sobre Transparencia y Gobierno Abierto que recoge la participación como uno de los pilares fundamentales del gobierno abierto.
Sobre el gobierno abierto
“La transparencia, entendida como la capacidad de acceso a la información pública, está unida a la participación en dos sentidos. En primer lugar, la disponibilidad de información sobre las políticas públicas es condición previa para que la participación pueda ser rica y sustantiva. La capacidad que tiene la sociedad civil para realizar aportaciones al proceso de toma de decisiones es directamente proporcional a la información que tiene, por lo que cualquier proceso de participación debe velar por la disponibilidad y calidad de la información” así se recoge en el documento arriba mencionado. En otras palabras, para que exista un gobierno abierto debe existir transparencia y participación ciudadana entendidas como un flujo democrático y de calidad en la información.
Es preciso mencionar que en la actualidad el gobierno abierto —además de la transparencia y la participación— tiene otro elemento indispensable: la colaboración ligada al concepto de “innovación abierta”. Es decir, una “metodología colaborativa para aprovechar las potencialidades de la inteligencia colectiva, involucrando para ello a aquellas personas que se mueven en el ecosistema de lo público -sociedad civil, sector privado, academia y ciudadanía en general- con el objetivo de encontrar soluciones más eficientes y generar valor público (Diputación de Castellón et al., 2017)”.
Sobre la gobernanza participativa
La gobernanza participativa se recoge en el documento “GOBERNANZA PARTICIPATIVA LOCAL, construyendo un nuevo marco de relación con la ciudadanía” como una “oportunidad para mejorar los actuales sistemas en tres frentes: su legitimidad, su eficacia y su civismo”. Los modelos de gobernanza participativa contempla que la sociedad civil forme parte de la toma de decisiones junto a los poderes públicos y así aumentar la calidad de las políticas públicas sirviendo de manera más consciente y eficaz a la ciudadanía. Es decir, podríamos definir la gobernanza participativa como la forma de gobierno mediante la cual los ciudadanos pueden —y deben— participar activamente tanto en la toma de decisiones políticas así como en la gestión de los asuntos públicos. Una gobernanza participativa efectiva trae consigo una mayor transparencia de las instituciones gubernamentales y se considera fundamental en una democracia fuerte y sólida.
Así, podríamos concluir que un gobierno abierto se caracteriza por su voluntad de compartir información, tomar decisiones de manera transparente y colaborar estrechamente con la ciudadanía en la formulación de políticas públicas. Así pues la gobernanza participativa podría considerarse un marco que sube de nivel en su relación con la ciudadanía y además de integrar el concepto de gobierno abierto involucra activamente a la sociedad de manera continuada para desarrollar políticas públicas de calidad.