En la era de la información y la comunicación, la participación ciudadana y la transparencia se han convertido en elementos cruciales para fortalecer la gobernanza local y garantizar una sociedad más justa y democrática. La colaboración activa de los ciudadanos en la toma de decisiones locales no sólo empodera a la comunidad, sino que también permite una administración pública más efectiva y responsable. En el documento “GOBERNANZA PARTICIPATIVA LOCAL, construyendo un nuevo marco de relación con la ciudadanía” que podemos encontrar en la página oficial de la Red de Transparencia y Participación Ciudadana se difunden los distintos niveles de participación ciudadana y su importancia en la gobernanza participativa local.
¿Qué es la participación ciudadana?
La participación ciudadana es un pilar fundamental en cualquier democracia. Permite a los ciudadanos influir en las políticas y acciones gubernamentales que afectan sus vidas diarias. En el ámbito local, esto se traduce en la capacidad de la comunidad para dar forma a las cuestiones que afectan directamente al ciudadano.
Niveles de participación
Tal y como se recoge en el documento mencionado anteriormente, a lo largo de los años se han propuesto decenas de modelos alternativos para describir y categorizar la participación en sus diferentes dimensiones.
La escalera de Arnstein es un modelo que mide los niveles de participación compuesto por ocho escalones agrupados en tres tramos (no participación, participación de fachada y poder ciudadano), “que utiliza para reflexionar sobre la relación entre poder y participación en función del papel que otorga a la ciudadanía y a las instituciones bajo la premisa de que la participación implica es una delegación de poder desde las instituciones a la ciudadanía”. La idea de escalera sugiere una evolución ascendente desde estadios de no participación a la verdadera participación.
A este respecto han ido surgiendo algunas propuestas. El modelo de la OCDE simplifica los niveles limitándolos a tres: 1) Información, 2) Consulta y 3) Participación activa, relativos al papel de la ciudadanía en el proceso. Por su parte, el modelo de la IAP2 introduce dos cambios: por un lado, elimina el concepto de la “no participación” de la escalera de Arnstein, y el escalón superior, por lo que queda excluida la posibilidad de considerar el Control Ciudadano pleno como una forma viable de participación. Así, los niveles de participación son cinco:
1) Informar:-comunicación unidireccional
2) Consultar: opiniones no vinculantes
3) Involucrar: se aceptan propuestas
4) Colaborar: se toman decisiones conjuntas
5) Empoderar:se delega en ciertos ámbitos