Un presupuesto participativo es una herramienta clave para fortalecer la relación entre la ciudadanía y las instituciones públicas, promoviendo la democracia directa y la responsabilidad en la toma de decisiones sobre el destino de los recursos públicos. A continuación, se presentan los pasos esenciales para implementar este proceso de manera efectiva. En el documento “GOBERNANZA PARTICIPATIVA LOCAL, construyendo un nuevo marco de relación con la ciudadanía” que podemos encontrar en la página oficial de la Red de Transparencia y Participación Ciudadana se puede encontrar distintos conceptos de presupuesto participativo así como diferentes formas de llevarlo a cabo.
Desarrollo de un presupuesto participativo
- Definir los objetivos y el alcance
El primer paso para desarrollar un presupuesto participativo es establecer claramente los objetivos del proceso. Esto incluye decidir cuánto del presupuesto público estará disponible para la participación ciudadana y en qué áreas se enfocará, como infraestructura, educación, cultura… Es esencial asegurar que el proceso sea inclusivo y tenga un impacto tangible en la comunidad.
- Planificar el proceso participativo
Es crucial diseñar una hoja de ruta que especifique las etapas, plazos y recursos necesarios. Esto puede incluir desde la convocatoria hasta la evaluación final. La planificación debe prever la participación de una diversidad de actores: ciudadanía, organizaciones sociales y representantes institucionales
- Promover la participación y la inclusión
Para garantizar una representación adecuada de toda la comunidad, es necesario llevar a cabo campañas de sensibilización y comunicación inclusivas. Esto puede incluir reuniones informativas, talleres y el uso de plataformas digitales para llegar a un público amplio y diverso
- Recoger y priorizar propuestas
Una etapa clave del presupuesto participativo es la recolección de propuestas ciudadanas. Esto se puede hacer a través de encuestas, talleres o plataformas en línea. Una vez recopiladas, las propuestas deben ser analizadas y priorizadas en función de su viabilidad técnica, financiera y del impacto en la comunidad
- Votación y selección
Las propuestas seleccionadas deben ser sometidas a votación por parte de la ciudadanía. Este proceso puede realizarse de forma presencial, mediante urnas en espacios públicos, o digitalmente, utilizando herramientas en línea que garanticen la accesibilidad y la transparencia del proceso
- Implementación y evaluación
Después de la votación, las propuestas elegidas deben ser implementadas de manera eficiente. Es fundamental que las instituciones informen regularmente a la ciudadanía sobre el progreso de los proyectos, fomentando la transparencia y el compromiso cívico. Finalmente, se debe realizar una evaluación integral del presupuesto participativo para identificar logros, desafíos y áreas de mejora.
Beneficios del presupuesto participativo
Implementar un presupuesto participativo no solo mejora la calidad de las decisiones públicas, sino que también empodera a la ciudadanía, refuerza la confianza en las instituciones y fomenta una cultura de transparencia y colaboración. Como han reforzado, entre otras leyes la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno y la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de Medidas para la Modernización del Gobierno Local.
Adoptar este enfoque representa un compromiso con una gestión pública más abierta y democrática, centrada en las necesidades reales de la comunidad y en la corresponsabilidad en el uso de los recursos públicos.